La flauta mágica , K. 620 Mozart, WolfgaNg Amadeus.
La flauta mágica resalta en la producción operística de Mozart, y muestra ese arte refinado en que culminará el artista salzburgués sin pensar tan sólo en la melodía, como ocurre con los italianos , o en la declamación, como sucedía con los franceses y con Gluck.Aspiró Mozart , sobre todo , a crear una obra netamente musical, si bien pretendió que la poesía considerase a la música con obediencia filial y halló el modo de conciliar lo uno con lo otro, sin sacrificar la melodía ni la declamación en esa alianza presidida por el equilibrio.
ARIA DE LA REINA DE LA NOCHE
Cuando estrenó Mozart la flauta mágica, tenía treinta y cinco años de edad y sólo le quedaban dos meses de vida. Pasaba a la sazón graves apuros económicos el empresario, mediocrísimo actor y cantante y mal reputado Emmanuel Schikaneder, y Mozart, gran amigo suyo desde los años de juventud en Salzburgo, resolvió escribir para él una obra teatral que podría dar dinero. Eligióse aquella, si bien el compositor dudaba del éxito, por no haber escrito aún ninguna ópera de magia. Comenzó su labor en un pabellón del jardin contiguo al coliseo de Schicaneder, que era el libretista. Informados autor y empresario de que un teatro rival iba a estrenar otra ópera con igual asunto, se modificó por completo la acción, inspirándose ahora en cierta singular novela del abate francés Terrason, cuyo protagonista era el principe egipcio Sethos, quien se iniciaba en los misterios de los dioses Isis y Osiris . Dióse al libreto una significación simbólica , de acuerdo con ciertas prácticas masónicas que se habían prohibido por entonces en Austria, e incluso tras estreno , se creyó ver en los personajes el retrato de ciertas altas personalidades del país. Aunque tal libreto era insignificante y estaba construido torpemente .Mozart se propuso idealizarlo, rodeándolo de pompa solemne. Por eso mientras Las bodas de Fígaro, Don Juan y otras producciones teatrales brotadas de la misma pluma revelan un carácter dramático atendiendo asimismo al detalle, en cambio La flauta mágica con su intención apoteótica, hace resaltar la armonía del conjunto.
El elemento mítico y maravilloso adquirió en La flauta mágica un gran relieve, a la vez que tenían participación variados géneros de la música vocal: melodías populares, escenas de conjunto con intervención de solistas y coros, y formas fugadas. De tal suerte , según expresión formulada por Wagner, que en ella el divino encanto trasciende desde la más popular de las canciones hasta el más encumbrado de los himnos. Estrenada la obra en Viena , el 30 de septiembre de 1781, con ella se apuntó un solemne triunfo el género romántico y fantástico. El éxito, desde el primer momento fue cordial y unánime.
Aunque la ópera original tenía tan sólo dos actos, se han efectuado adaptaciones al rodar del tiempo. Cuando en el Teatro Lírico de París se la representó en el año 1865 subdividida en cuatro actos, con nuevo texto literario, hacía muchos años que se había representado un arreglo de la misma con texto musical de varias óperas de Mozart y fragmentos de Haydn. Otro arreglo muy posterior y muy consciente, es el efectuado por Félix Weintgarner, cuya refundición tiene tres actos, y del correspondiente libreto existe impresa una traducción catalana de Joaquin Pena, adaptada a la música. En el Liceo de Barcelona se estrenó Die Zauberflöte en su idioma original , el 15 de enero de 1925.
Ante este despliegue de tan variadas versiones, conviene anotar que la partitura alemana muestra la verdadera inspiración de Mozart, quien desarrolló su ópera sobre el siguiente asunto: El principe egipcio Tamino va a casarse con la princesa Pamina, pero la medre de ésta , que es la maga Reina de la Noche , se opone a la felicidad conyugal empleando sortilegios. Igual suerte corre el pajarero Papageno con respecto a su enamorada. Tres hadas propicias les regalan una flauta y un cascabel mágicos. A Tamina la rapta el feroz nubio Monostatos que habita un palacio inaccesible. Interesada por aquellos jóvenes la sacerdotisa de Isis, sucedénse variadas escenas, imponentes unas, graciosas otras, acumulándose infortunios y pruebas de muy variada especie, hasta que finalmente, merced a la protección de aquellas hadas y del gran sacerdote Sarastro, las dos parejas se reunen, venturosas hasta lo indecible, en el Valle maravilloso.
La variedad de los caracteres, el contraste de las situaciones y los efectos cómicos, tanto como dramáticos, del libreto ofrecían propicias situaciones musicales que las que sacó Mozart gran partido. A ello se une la asociación del elemento hierático, representado`por el cortejo de sacerdotes de Isis, y por la persona del pontifice de Orisis, cuya soberana influencia confunde la mentira, se opone a la tiranía homicida , y se erige en protectora de la inocencia, la belleza y el amor virtuoso.
FUENTES. Fichero musica (Daimon)
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