Jelly Roll Morton



En los orígenes del jazz, la realidad y la fantasía se cruzan hasta un grado indiscernible. Y este es el caso de Jelly Roll Morton, (1890-1941) cuyo nombre verdadero fue Ferdinand Joseph LaMothe. Nacido en una familia de la pequeña burguesía criolla de la capital de Louisiana, se inicio en la música desde pequeño. En su adolescencia probó con la armónica, el tambor, el violín, el trombón, y la guitarra, hasta que finalmente se decidió por el piano. Realizo estudios intensos de solfeo y empleaba mucho de su tiempo para mejorar la técnica pianística para lo que recibió clases de Tony Jackson. Tras la muerte de su madre y la desaparición de su padre, Morton, vivió con su madrina que regentaba un prostibulo en New Orleáns y allí aprendió a tocar en publico y a llevar pistola al cinto. En aquel ambiente su juventud estuvo plagada de detenciones, encierros en la cárcel, varias condenas por delitos menores y hasta una fuga de la prisión.

En 1905 trabajó como pianista en el barrio de Storyville, centro de todos los tugurios y burdeles de la ciudad. Tras alguna composición exitosa, probó suerte en Chicago y mas tarde en California, ciudad que visitó cuando se celebraba la Exposición Universal de San Francisco. Emprendió una gira por el Sur con mas fracasos que éxitos, y en 1917 recaló en Los Ángeles donde se emparejó con un paisano de New Orleáns llegando a regentar un hotel. En 1923, le llegó la oportunidad de demostrar que si en lo relativo a su vida, fue un farsante, un pequeño granuja y un embaucador, en la música fue honesto, serio y riguroso. Descubrió en Chicago que allí se tocaba el jazz de New Orleáns. En junio de aquel año están recogidas sus primeras grabaciones, un par de temas al frente de un grupo irrelevante. Pero un mes después graba sus primeros solos de piano para el sello "Gennett" con lo que se inicia, hasta mediados de 1924, uno de los tres momentos estelares de su discográfica.

Los otros dos son las grabaciones en Chicago y en New York, al frente de sus "Red Hot Peppers" entre 1926 y 1928, y por ultimo las sesiones para la Biblioteca del Congreso Norteamericano en 1938, cuando Morton ya era una leyenda viva. Los solos de piano de Morton en 1923, constituyen el mejor testimonio de la transición entre el "ragtime" y el jazz propiamente dicho. La segunda cita de su intensa carrera, comienza a finales de 1926, cuando su editor, Walter Melrose, le consigue un contrato con el sello Víctor. Durante los nueve meses siguientes, con un grupo al que llamará los "Red Hot Peppers", grabará dieciséis piezas consideradas el mejor testimonio del jazz de New Orleáns en estado original. En 1928, Morton deja Chicago, donde pasó la etapa mas feliz de su vida, y se traslada a New York, el nuevo centro del jazz y allí descubriría que su música ya no era la mas avanzada. Hacia 1930, su estilo estaba pasado de moda y sus intentos por subirse al tren de la nueva música (el swing) fracasaron. solo fue hasta finales de la década de los treinta cuando fue redescubierto para el jazz.

Fue en 1938 cuando Morton trabajaba como pianista en "The Jungle" un modesto club de Washington, cuando fue reconocido por Alan Lomax, un musicólogo de prestigio, que convenció a Morton para llevar a cabo un ambicioso proyecto musical: enfrentarlo a piano solo, con una botella de whisky y un micrófono, para grabar para la Biblioteca del Congreso norteamericano y reproducir el estilo de colegas olvidados, y dejar el testimonio mas fiel de sus habilidades pianísticas en un documento sonoro y artístico irrepetible. Fue el canto de cisne de su carrera. Dos años después, en 1941, con la salud ya muy quebrantada, Morton murió en Los Ángeles tras un episodio de afección asmática.

Jerry Roll Morton y sus "Red Hot Peppers", continuaron el camino principal del jazz emprendido por Joe King Oliver y que luego continuaría, Louis Armstrong y Duke Ellington.

Cortesía de:JAZZ VINO Y LITERATURA

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